Vamos ya con la cuarta entrega con los 75 mejores discos de la década.
45 - The Raveonettes - The Chain Gang of Love (2003)
En 2002 salía a la luz este dúo danés formado por Sune-Rose Wagner y Sharin Foo y empezaban a llamar a la puerta de la escena musical independiente de entonces y se erigían como abanderados de un sonido heredero del grupo que constituye una de las piedras angulares de la música de esta década: The Jesus and Mary Chain. Es claramente la principal influencia de la banda en sus inicios, que explotan más que nunca en su segundo y, con mucho, mejor álbum, The Chain Gang of Love, que les catapultó definitivamente a la fama y a todos los festivales veraniegos, siempre en el molde de la música independiente, molde que romperían con su tercer álbum, Pretty in Black (2005), quizá no tan inspirado como The Chain Gang of Love, pero que significó un giro en su estilo hacia ritmos más bailables. The Chain Gang of Love, con todas las canciones escritas en Si bemol menor, constituye claramente el techo de la banda danesa y presenta además algunos clásicos de la banda, como That Great Love Sound o The Love Gang.
44 - Tears Run Rings - Always, Sometimes, Seldom, Never (2008)

Tears Run Rings es una banda norteamericana que toma el nombre (o al menos coincide) con una canción del cantante Marc Almond. Sin embargo, su sonido poco o nada tiene que ver con el estilo del ex-Soft Cell. Su primer EP, A Question and an Answer EP, editado en europa por el sello sueco Lavender Recordings, en 2007, destapaba a los americanos como una banda de shoegaze noventero que prometía mucho y muy bueno, y no defraudaron con su primer y único álbum hasta hoy, Always, Sometimes, Seldom, Never, editado por Clairecords, el gran sello del Shoegaze actual por excelencia. Con su éxito moderado, el que le permite obtener su sonido dreampop y sus influencias (ya sabéis, My Bloody Valentine, Cocteau Twins, Slowdive...), salieron de gira a presentar su álbum al lado de bandas como Secret Shine y hacerse un nombre en el underground americano. Always, Sometimes, Seldom, Never es un gran primer álbum, pero como primero que es, difícil es saber donde va a estar el techo de la banda, así que deberemos seguir sus evoluciones con atención. Dignos de escucha son sus temas Beautiful Stranger, Mind the Wires, Waiting for the End y How Will The Others Survive.
43 - Autolux - Future Perfect (2004)
El primer y único álbum de esta desaparecida, que no extinta, banda de Los Angeles es un brillantísimo disco de pop ruidista y paisajes shoegaze. Autolux editaron este disco en 2004 y a pesar de las aclamaciones de público y crítica, y tras su consecuente gira, no volvieron a dar noticias y se disipan cada vez más en el olvido. Por eso rescatamos este álbum que merece estar en un honroso lugar en esta lista. Herederos del sonido de bandas como Blonde Redhead, Lush o Pale Saints, Autolux presentan en Future Perfect un estilo muy propio y definido, característico en temas como Turnstile Blues, quizá el mejor corte del álbum, que abre el, mismo, Sugarless, la frenética Angry Candy y la hipnótica Capital Kind Of Straind, que cierra el disco. Todo un imprescindible en esta década, que si no está en una posición más puntera es debido a la poca repercusión mediática y a la no continuidad hasta hoy de la banda.
42 - The Postal Service - Give Up (2003)

Sin duda el mayor pelotazo de 2003 fue el álbum de la banda electrónica surgida por la colaboración entre Jimmy Tamborello (Dntel) y el genial Ben Gibbard (Death cab for Cutie). Un álbum con mucha más repercusión que calidad, encontramos más que un buen disco, un puñado de canciones que han pasado a la historia con letras mayúsculas, como Nothing Better, The District Sleeps Alone Tonight y por supuesto, el clasicazo, Such Great Heights, himno primordial en cualquier fiesta/reunión de amigos/anuncio de televisión, etc... en la que quizá es una de las mejores canciones de la década. El nombre de The Postal Service surgió de la forma en que tenían Tamborello y Gibbard de intercambiar las pistas que posteriormente significarían este clásico. La voz de Gibbard casa a la perfección con la programación de Tamborello, todo ello apoyado por coros femeninos soberbios e incluso en un dueto con Jenny Lewis de Rilo Kiley en Nothing Better, que dotan a las mejores composiciones de unas texturas excepcionales y que hacen a este álbum , el único que habrán editado The Postal Service, mejor de lo que a priori debería ser.
41 - José González - Veneer (2005)
De ascendencia argentina, el sueco José González es quizá más conocido por sus versiones de clásicos de la música alternativa, como Heartbeats de The Knife (tema, por cierto, que le catapultó a cotas insospechadas de popularidad al aparecer en un anuncio de televisores), Love Will Tear us Apart de Joy Division o Teardrop de Massive Attack, adaptadas todas a su estilo folk, que por sus cuidadas canciones y a su depurada técnica con la guitarra española que le convierten en uno de los intérpretes folk más interesantes de la actualidad. Su primer álbum, Veneer, que vio la luz en 2005, contenía la conocida y anteriormente mencionada versión de Heartbeats, pero también impresionantes temas como Hints, Remain, Slow Move o Broken Arrows, que demuestran un estilo absolutamente inconfundible, con su peculiar y cálida voz y el sonido tan característico de su guitarra. Sin duda, otro de los gigantes del folk en la actualidad, aunque esta vez, europeo.
40 - Okkervil River - The Stage Names (2007)
Uno de los movimientos más interesantes y brillantes de esta década es el del indie-folk americano, de donde han aparecido bandas como Wilco o Bright Eyes, pero a niveles aún más independientes encontramos a bandas interesantísimas como Okkervil River, o su grupo hermano, Shearwater. En este puesto 40 encontramos el quinto álbum de estudio de los chicos de Will Sheff, The Stage Names, que significó su desembarco definitivo en Europa, y un generalizado éxito de crítica. The Stage Names quizá no tenga las mejores canciones de la banda, obviando, claro está, la maravilla que es Our Life is not a Movie or Maybe, pero posiblemente sea el disco que mejor mantiene el nivel en cuanto a composiciones, por encima de discos mejor valorados como puede ser Black Sheep Boy (2005) o Down the River of Golden Dreams (2003), que supuso la eclosión de la banda en Estados Unidos.
39 - Asobi Seksu - Citrus (2006)
Asobi seksu viene a significar "Sexo Divertido" y es el nombre de una banda de pop-shoegaze Neoyorquina, con influencias japonesas, obviamente introducidas por su vocalista y teclista Yuki Chikudate. Asobi Seksu lanzaron su primer álbum, homónimo, en 2004 que supuso una propuesta realmente peculiar y divertida, que no se había hecho hasta entonces en occidente, que combina la distorsión de My Bloody Valentine, con el pop de grupos japoneses como Pizzicato Five. Con su segundo disco, Citrus, alcanzaron la notoriedad y el aplauso de la crítica que vio en Asobi Seksu una de las mejores bandas contemporáneas. Citrus además, supuso el desembarco en Europa, y más concretamente en España del particular estilo del grupo, donde cosechó críticas similares a su país de origen, pero ¿realmente merece Citrus tanto revuelo? Lo cierto es que sí. Encontramos un disco lleno de maravillas pop como Goodbye, Thursday, Mizu Asobi (dos minutos de punk pop espectacular) o Exotic Animal Paradise, combinado con atmósferas guitarreras y capas y capas de ruido, pero sin estridencias, entre las que sobresale la preciosa voz de Yuki. Merece la pena también escuchar Red Sea, que podría haber aparecido perfectamente en Loveless. Sin duda un gran disco, pero que desgraciadamente no se ve apoyado por el tercer álbum de la banda, Hush (2009), mucho más pausado y tranquilo, que no consigue satisfacernos como este excelente Citrus. La duda queda ahora en si serán capaces de igualar esta que será, sin duda, su mejor obra.
38 - Stars - Set Yourself on Fire (2005)

Las comparaciones son odiosas, pero si hay un grupo al que recuerda la banda canadiense Stars es The Delgados, así que les cuesta quitarse el sambenito de sus herederos, aunque, bien escuchados, sus discos tampoco tienen tanto que ver con los de los americanos. Quizá la razón por la que se les compare tanto con ellos sea la combinación tan típica de The Delgados de voz masculina y femenina. Stars, sin embargo, son más dados a la electrónica y en este Set Yourself on Fire, les encontramos en plenitud de condiciones. Las voces de Torquil Campbell y Amy Millan encajan como uña y carne en un disco con un colorido espectacular, con temas de la talla de Your Ex-Lover is Dead, The Soft Revolution, Reunion, Set Yourself on Fire o la impresionante Ageless Beauty, de la que podemos aventurar que será la mejor canción que habrán compuesto jamás, y otra de las mejores canciones de la década. Set Yourself on Fire supuso ya el definitivo asentamiento de la banda después de Heart (2003) muy parejo en cuanto a nivel compositivo con este Set Yourself On Fire y Nightsongs (2001), los dos primeros álbumes de la banda. Queda claro que Set Yourself On Fire es una apuesta segura y la mejor opción para introducirse en el mundo de los canadienses Stars.
37 - Royksöpp - Melody A.M. (2001)
La segunda banda noruega que aparece en nuestra lista es el duo de música electrónica Royksöpp. Royksöpp saltaron a la fama con su magnífico primer álbum, Melody A.M. en 2001, todo un exitazo y plagado de hits que presagiaba una carrera gloriosa. Lamentablemente, eso no fue así y Melody A.M. nunca se vio ni siquiera amenazado en el trono y aunque con álbumes más que decentes, la banda no ha conseguido superar la grandeza de su disco debut. En Melody A.M. encontramos clásicos de la música electrónica como Eple, la increíble So Easy, o Poor Leno, acompañados por grandes temas como Royksöpp's Night Out o Remind Me. Tal cantidad y densidad de canciones históricas hoy, diciembre de 2009, encumbra Melody A.M. como el mejor álbum electrónico de la década.
36 - Mogwai - Rock Action (2001)

Los escoceses Mogwai iniciaron sus andadas en la música con su apabullante primer álbum, Young Team en 1997, de la mano de Brendan O'Hare, ex-Teenage Fanclub y automáticamente se convirtieron en iconos de un género, el post-rock, que aún no había llegado a la pubertad. Su segundo disco, Come on, Die Young (1999) seguía la senda abierta por su predecesor. Con Rock Action, y la producción de Dave Fridmann (Flaming Lips, Mercury Rev, MGMT) dieron un giro a su sonido además de añadir letra a algunos de sus temas. Esta "reinvención", dentro de los cauces que el estilo Mogwai permite, está mas patente que nunca tanto en Rock Action como en Happy Songs for Happy People (2003). Temas más cortos, en general, más convencionales, intercalados por las clásicas piezas progresivas tan típicas del género que trabajan estos chicos escoceses. Así, en Rock Action encontramos grandes temas como Dial: Revenge, con la colaboración de Gruff Rhys de Super Furry Animals y clásicos post-rockeros como You don't Know Jesus y 2 Rights make 1 Wrong, y su tan reconocible riff principal. Sin duda el mejor álbum de la banda de la década, seguido quizá de Mr. Beast (2005), pero a una distancia prudencial, y uno de los discos clásicos del post-rock.